25/2/11

Alberto Lizaralde es entrevistado en WhiteLoupe

Alberto Lizaralde (antiguo alumno de BlankPaper Escuela) ha sido entrevistado en la web WhiteLoupe. Aquí os ponemos la traducción del artículo. 

El original en inglés está aquí: http://thewhiteloupe.com/post/Artist-Interview-Series-Alberto-Lizaralde-


En las pasadas dos semanas he tenido el placer de hablar con Alberto Lizaralde, un fotógrafo con el que me encontré hace poco. No recuerdo dónde lo vi por primera vez pero su trabajo “Frágiles” símplemente me dejó sin aliento. Dejé su página web abierta en mi navegador durante toda una semana para poder volver a ella y ver las fotos una y otra vez. Alberto, una persona con muchos pensamientos, es un polifacético artista que viene de España. Él comparte con nosotros sus ideas sobre “Frágiles”, la fotografía, y cómo conocerse a sí mismo. 


¿Dónde naciste?

Nací en Aranjuez. Un pequeño pueblo cerca de Madrid (España).

¿Cuantos años tienes?
33

¿Dónde vives ahora?
Actualmente vivo en Madrid (España)

Cuéntame un poco sobre “Frágiles”; ¿Cuál es la idea / inspiración que hay detrás?
Frail es un proyecto personal en el que llevo trabajando más de un año. Gira en torno al concepto de fragilidad humana. Tanto física como emocional.

‘Frágiles’ habla de aquellos momentos cotidianos en los que todo se desmorona. Pequeños instantes en los que nuestra vida cambia, gira y se rompe. Momentos suspendidos en los que algo acaba de ocurrir o está a punto de suceder. Es sobre el control sobre nosotros mismos y lo que nos rodea.

Estoy trabajando con esta idea: Somos vulnerables en lo cotidiano.

El proyecto parte de una situación personal especial. Esta situación afectó a mi estado de ánimo y acabó desembocando en un proyecto fotográfico. Las primeras fotografías fueron tomadas en un viaje a Costa Rica con un amigo muy cercano. El trabajo supone un cambio moderado en mi forma de fotografiar respecto a mis anteriores trabajos. Ha sido un giro hacia lo personal. Más centrado en una forma de expresarme que en una forma de comunicación.

Es un proyecto muy personal que trata de hablar de un sentimiento universal.

En tu transición de usar la fotografía como una forma de comunicación a usarla como una forma de expresión personal ¿miras o fotografías las mismas cosas de una forma diferente o directamente miras de una manera totalmente distinta?
Supongo que es una mezcla de las dos cosas. Es algo totalmente intuitivo y nada premeditado. Ha sido más una necesidad que una transformación en mi modo de fotografiar. No se trata de buscar en lo que me rodea una realidad que se ajuste a lo que quiero contar. Eso no me interesa. Lo que me interesa es la sinceridad de la mirada. Las fotos que nos emocionan, las que nos hacen quedarnos en ellas y hacerlas nuestras son las que muestran la honestidad y sinceridad del fotógrafo que está detrás. Las fotos en las que el fotógrafo se expone. Todo lo demás son formas. No hay fotos buenas o malas sino sinceras o no sinceras.

¿Cuánto tiempo has tardado en realizar este proyecto (Frágiles)?
Conscientemente comenzó hace un año y medio más o menos. Pero en realidad son fotografías que inconscientemente comencé a tomar mucho antes. Luego, en el proceso de edición fue donde me di cuenta de lo que tenía en mis manos. Fué ahí donde en trabajo comenzó a tomar la forma de lo que hoy es.

De todas formas es un trabajo que continúo desarrollando y pienso seguir haciéndolo por mucho tiempo porque queda mucho camino por recorrer y no es un proyecto limitado en el espacio ni en el tiempo.

Parece algo dificil de hacer, tomar una fotografía que transmita eso momento de desmoronamiento. ¿Cómo lo consigues? ¿Piensas previamente las fotografías o es algo más instintivo?
Ninguna de las fotos de “Frágiles” está preparada. Salvo un autoretrato (que está ahi para remarcar el aspecto personal del trabajo) el resto de las fotografías son momentos capturados que forman parte de vivencias personales. Son amigos, compañeros de trabajo o personas que se han cruzado en mi camino. Igual ocurre con los espacios y objetos (a los que me gusta darles la misma dimensión que los retratos). Me gusta el dinamismo implícito que puede transmitir una imágene estática. Cuando algo está apunto de pasar. Ese momento de transición. Son fotografías que me ayudan a hacerme preguntas para las que no sé la respuesta.

Todas las fotografías nacen de una pulsión por apretar el disparador. Freud denominaba pulsión a la fuerza ineludible depositada en el Ello que lleva al sujeto a satisfacer sus necesidades básicas. Son causa de conflicto psíquico cuando no son adecuadamente satisfechas. Así siento yo la fotografía. Como una necesidad casi física. Una forma de conocerme a mi mismo. A lo largo de la historia del arte esta ha sido la búsqueda del ser humano: la búsqueda de nosotros mismos.

Es algo intintivo tal y como tú comentas. No me gusta pensar al hacer la fotografía, no hay que ser intelectuales. Porque dejas de ser sincero. Dejas de ser tú. Piensas más en el resultado y menos en la fotografía. El momento de pensar es en la edición. Ahí debemos darle vueltas y vueltas y vueltas. Y no dejarnos presionar por el tiempo. La fotografía necesita del tiempo. Con el tiempo las fotos acaban uniéndose unas con otras casi mágicamente.

Es interesante que saques el tema de la necesidad por fotografiar, porque es algo sobre lo que he pensado mucho ultimamente. Es casi una necesidad animal que, como decías antes, no se puede o no debería pensarse hasta después del acto fotográfico. Si piensas mucho durante la toma puedes devaluar la realidad que estás tratando de capturar. ¿Podrías hablar un poco más sobre esta necesidad? ¿Es igual en otras formas de arte?
En realidad no es tanto por perturbar la realidad que pretendes capturar. En mi caso no me interesa atrapar y capturar la realidad tal como es. Porque siempre va a ser falsa. Me interesa más el diálogo que se produce con esa realidad. Algunas personas dicen que la fotografía (y el arte) es una forma de conocer el mundo. Pero tal vez sea más una forma de conocernos a nosotros mismos. Andrey Tarkovsky decía que el ser humano está en la tierra para mejorarnos a nosotros mismos espiritualmente. Y que el arte es un medio para llegar a ello. Todo esto tan aburrido e intelectual que estoy diciendo al final conduce a lo que te comentaba antes: un interés por la propia experiencia creadora y una necesidad casi física por desarrollarla.  La intención comunicaconal viene después, por lo menos en mi caso. Es como el trabajo de Andy Goldsworthy (si no has visto el documental dedicado a él llamado “Ríos y Mareas” deberías hacerlo). Su gran búsqueda es su conexión personal e íntima con el mundo que le rodea. Ese momento personal de colapso o éxtasis en el momento de crear algo. Y le da igual que sus obras sean efímeras. Se trata de la búsqueda del equilibrio, que al final es lo que buscamos todos.

Para mi, la fotografía tiene dos momentos. El primero es la necesidad de fotografiar algo como experiencia íntima. El segundo es el paso comunicativo. El momento de sacarlo hacia los demás. El momento en el que deja de ser tuyo y pasa a ser de los otros. Porque una fotografía no puede morir en uno mismo. Somos animales sociales. La fotografía hay que compartirla porque muchas personas podrían sentir lo mismo que has sentido tú haciéndola. Y nadie, ni siquiera el autor, tiene derecho a privar a nadie de ello.

Pero nada de esto tiene sentido si al final el resultado no es positivo. Muchos fotógrafos somos muy negativos a veces y creemos vivir con una nube oscura sobre nuestras cabezas. Aunque durante el proceso muchas veces sufrimos, al final debemos ser felices. Si sufrimos con la fotografía nada tiene sentido. Si nos lo pasamos bien, todo encaja. Esta es una parte muy importante.

Quiero preguntarte algo sobre las dos últimas fotografías del trabajo (la de los peces y la de algo flotando en un charco en el que se refleja el cielo). Quería hacerlo porque me he quedado muy prendado de ellas. ¿Dónde / cómo / por qué fueron tomadas?

Han sido realizadas en sitios distintos. En realidad en mis fotografías no importa el lugar en el que están hechas. Este trabajo no está limitado ni en espacio ni en tiempo. Lo que permite una gran libertad a la hora de tomar fotografías. Pero también es un peligro ya que nada te dice cuándo has acabado con el trabajo.

La primera (la fotografía de los peces) fue tomada en Portugal en un viaje. Los peces estaban nadando en el mar junto al desagüe de una ciudad. Por el desagüe salía toda la porquería y suciedad de la ciudad. Miles de peces se peleaban por comer de esos deshechos del ser humano. La imagen me resultó sorprendente, caótica, frenética. Son animales que están sobreviviendo gracias a los restos de otros animales. Últimamente estoy editando esta fotografía junto a una en la que se puede ver a una chica recogiéndose el pelo en un momento de “colapso” emocional. Al editar las dos fotografías juntas los peces se convierten en una metáfora de las emociones de la chica, y por extensión de todos nosotros. Una gran cantidad de pensamientos y sentimientos que pelean por ser los primeros y que ofrecen como resultado un frenético caos que, sin embargo rebosa de vida.

La otra fotografía es un charco de agua en el que flota un pedazo de tela. El cielo se refleja en el agua. Creo que es la imagen más abstracta que tengo. Al principio me costó mucho usarla en mis ediciones ya que es una imagen extraña y complicada para el espectador. Y no hablo de que simplemente genere preguntas, hablo de una dificultad en la lectura. Los distintos planos de realidad hacen que la imagen cobre una extraña profundidad. De todo mi trabajo es la imagen menos directa, la más abierta y por eso cada vez me gusta más usarla al final de una edición.


¿Crees que tendrás en algún momento un sentimiento de haber terminado con un proyecto como este? ¿O tal vez es algo con lo que continuarás toda tu vida?
Esta es una buena pregunta. Es algo que me ha obsesionado muchas veces. Al ser un trabajo sin limitación física ni temporal a veces se hace dificil saber cuando acabará. Antes te comentaba algo relacionado con esto. Al depender mucho de los estados anímicos creo que es un trabajo que se irá y volverá a mi cabeza con cierta frecuencia. De cualquier forma, creo que es un trabajo que por ahora, no tengo intención de acabar. Creo que me acompañará por mucho tiempo y, como es lógico, sufrirá cambios y mutaciones. Al final tendemos a poner nombres a nuestros trabajos o proyectos, nos vemos obligados a ello, pero muchas veces es simplemente una forma de fotografiar que se extiende a lo largo de toda la vida del fotógrafo. Para mi, todas las fotografías de Anders Petersen, Daido Moriyama o Nan Goldin, por ejemplo, pertenecen al mismo “proyecto”. Un proyecto que abarca toda su vida. Separar sus fotografías en trabajos/proyectos/libros es simplemente una forma de obligarse a cerrar puertas para abrir las siguientes. Son pequeños capítulos impuestos a la misma obra. Es una cuestión de resetear la mente. Y a veces viene bien.

¿Cual es el primer recuerdo fotográfico que tienes de tu infancia?
El primer recuerdo que tengo es gracias a mi hermano. Mi hermano compró en un pequeño rastro una colección de libros amarillos sobre técnica fotográfica. Mi padre (que trabajaba en una fábrica haciendo película fotosensible) le enseñaba a mi hermano cosas básicas de fotografía. Mi hermano se compró una cámara reflex de 35mm y comenzó a hacer fotos.

Creo que empecé con la fotografía por envidia. Un sentimiento que nunca ha traído nada bueno al ser humano a mi sí que me lo trajo. Tenía envidia de que mi hermano hiciera fotografías así que le quitaba los libros amarillos de fotografía sin que se enterara y me ponía a practicar con la cámara. Es una de las cosas que más le agradezco a mi hermano. Aunque nunca se lo haya dicho.

¿Tienes alguna exposición próximamente?
Ahora mismo participo en la exposición colectiva Anuario2 de BlankPaper. Se ha mostrado durante dos meses en Madrid (España) y ahora comenzará a mostrarse por distintas ciudades españolas.
Tengo algunas ideas muy claras sobre cómo exponer mis fotografías pero actualmente estoy más enfocado en tener un trabajo sólido, coherente y potente que en mostrarlo en una galería o sala de exposiciones.

¿Qué será lo próximo?
No tengo ni idea. Y es lo que más me gusta de la fotografía. No sé lo que hago ahora. No sé qué será lo siguiente. Eso es lo que me mueve. Eso es lo más divertido. Si conociera el camino creo que sería mejor abandonarlo.









  
  



24/2/11

De: ARANCHA REGUERAS Asunto: MEMORIAS VISUALES... IDEA!


De:        ARANCHA REGUERAS
Asunto:    MEMORIAS VISUALES... IDEA!
Fecha:     16 de febrero de 2011 20:49:04 GMT+01:00
Para:      blankpaper_avanzado_10-11@, Fosi Vegue


Hola a todos!
El otro día vimos unos cuantos libros en clase que me molaron un montón... Como no quería que se me olvidasen, como siempre, me puse a buscar imágenes y compuse un pequeño collage con las imágenes que me parecieron mas interesantes de cada uno, lo reduje un montón y me lo pegué en la libreta… y... ¡mooooola mucho! Las fotos no se ven muy bien pero ¡Te llevas la imagen del libro y del autor a golpe de vista!

Os lo envío a ver que os parece... y si os mola la idea, hacerlo uno solo lleva un poco de tiempo vale... pero si cada uno vamos haciendo alguno y enviándoselo a los demás al final del curso podríamos tener una libreta muy molona!

Pues eso, ¡ahí os lo mando!
Ahhh, reenviárselo a la gente que no esta en el grupo aun porfa que no tengo sus mails!!!













23/2/11

BlankPaper Escuela cumple cinco años y lo celebra por todo lo alto. Así fue.

BlankPaper es mucho más que un colectivo de jóvenes fotógrafos y una escuela de fotografía. Blank Paper es un concepto, un micromundo, un marco de encuentro y de ‘conspiración’ que persigue un objetivo tan noble como complicado: crear, potenciar e interrelacionar el talento.
Y la celebración de su quinto cumpleaños, el sábado 19 de febrero, ha sido la culminación de este afán. Alumnos, profesores, profesionales del sector y curiosos han compartido un día de puertas abiertas en el que ha habido de todo un poco.
El día ha arrancado con el visionado de portfolios y la presentación de ‘China Western’, el libro de Carlos Spottorno sobre la región más occidental de China. Es una de las regiones más áridas e inhóspitas del planeta, donde el Gobierno chino lleva a cabo una despiadada represión de la minoría musulmana a la par que se dedica con ahínco a la explotación de recursos naturales, como el petróleo.
Carlos es un fotógrafo que hila muy fino, que ha sacado el libro adelante gracias a su testarudez e ilusión a la vez. También es una persona muy asequible, que cuenta sus hazañas con humildad y cercanía. Y sí, nos ha dedicado el libro a los que se lo hemos pedido. Se le veía contento, a nadie le amarga un dulce. 
La tarde ha arrancado con la presentación de las maquetas de alumnos y ex alumnos. Muchas y variadas, representan una muestra de creatividad y una buena dosis de sueños. Había para todos los gustos: sobre Shanghai, Lavapiés, el fin de una década de convivencia entre amigos, las mascotas y sus dueños, la lejanía y la distancia, una etapa vital en Argentina o la mismísima adolescencia.
Siempre se agradece poder hablar con el autor de un proyecto y preguntarle de todo y más… la jornada de puertas abiertas pretendía precisamente eso, crear un espacio de diálogo entre los alumnos. Y lo ha conseguido.


Después, el mercadillo de libros de Dalpine (www.dalpine.com). La librería de fotografía más interesante que existe ahora mismo en la red. Con una maravillosa selección de libros autoeditados o independientes que incluyen a Joan Fontcuberta, David Jiménez, Yann Gross, Rimaldas Viksraitis, Tomas Maneke, Takuma Nakahira, Virxilio Vieitez, o Ricardo Cases.
Otro momento fuerte del día ha sido la presentación de ‘La sombra en el césped’, por Íñigo Aragón, que expone sus collages creativos en la sede de la escuela. Íñigo hizo un recorrido visual por las diferentes etapas del collage y nos explicó su forma de trabajar. Ha comprado un par de cajas de fotos de familia y las ha dividido en dos: lugares por un lado, y personajes por el otro. Los personajes, o los trozos de personajes (manos, piernas, cabezas…) yacen en una caja a la espera de ser recolocados en una nueva creación que, subraya Íñigo, es única e irrepetible.
Más de una foto-creación nos ha arrancado una sonora carcajada. Y es que Íñigo nos ha explicado que el collage pretende llegar a la parte más emotiva e irracional del espectador. La exageración de las formas, la descontextualización de las situaciones, el fraccionamiento del cuerpo humano… todo eso pretende fomentar el desconcierto y la curiosidad, y crear un diálogo con el espectador. Íñigo, en pocas palabras, es un crack y quien todavía no haya visto su exposición, está invitado a dedicarle algo de su tiempo. Merece la pena.
También hubo ‘guateque merendil’, cómo no, el cuerpo necesita lo mismo o incluso más que el espíritu. Queso, chorizo y vino, como en una verbena de pueblo. Y tras el homenaje a los sentidos más primarios (no hubo orgía, no, sigo hablando de papeo), llegaron ellos, los multimedia. Estos profesores-alumnos-ex alumnos que, encima de tener buenas fotos, maquetas, exposiciones, becas y discurso propio, tienen la ‘proyección con música’. El lenguaje de este principio de siglo, dicen algunos. Bien es cierto que las fotos de Fosi Vegue con un mambo de fondo ganan aún más. Y qué decir de su video donde vemos a un invitado del Florida Park que baila y canturrea al ritmo de ‘Italiano vero’. Momentos épicos para los que saben apreciar la sana ironía y el kitsch de masas.
Hubo proyecciones buenas, entretenidas, hasta sorprendentes. Si has visto una maqueta y luego ves una proyección, vislumbras el alcance que puede tener el lenguaje fotográfico cuando se entrega a las nuevas tecnologías. ‘Paloma al aire’, la obra de Ricardo Cases, nos ha adentrado en otro territorio: el de la meta-proyección.
Vamos a traducirlo para cyber-torpes (como yo) y profanos del 2.0. En los albores de la proyección, los fotógrafos escogían una música y la maridaban con su selección de fotos.
Después llegó ÉL: José Bautista, el fundador de Kansei Sounds y el creador de un concepto tan novedoso como potente. José se define como músico visual y “una persona muy sensible”. Y lo es, sí que lo es. ¿Cómo definirlo? Es un compositor, sí señores, una persona que domina tanto la música clásica que es capaz de componer sinfonías enteras para orquestas. Pero resulta que el muy sensible encima es fotógrafo y, además, conoce a fondo a los grandes fotógrafos contemporáneos. Y aquí viene la parte más curiosa del asunto.
El chico de Alcalá de Henares cuenta con un punto de humor cómo se puso en contacto con Karl de Keyzer (¡nada menos!) para hacerle una sinfonía a sus fotos. El resultado es indescriptible. La suma de: música compuesta por una mente superior (¡reconozcámoslo!) + sonido ambiente original + una sensibilidad deliciosa = obras de arte originales, que perforan nuestras retinas y nuestro subconsciente. Grandes fotógrafos como Shen Wei, Gueorgui Pinkhassov o Pep Bonet se han entregado a ese genio de la lámpara.
Ver para creer: 
http://www.kanseisounds.com/
En el caso de ‘Paloma al aire’, la inteligencia se casa con el humor (
http://goo.gl/Dcz6M) y eso que los muy perfeccionistas todavía hablan de cambiarla, mejorarla, metabolizarla…
La fiesta de cumpleaños de BlankPaper Escuela ha sido un éxito, una oda al talento y al intercambio de talento (Spottorno se tiró literalmente encima de José Bautista al finalizar la proyección… y es que el talento atrae al talento).
El que se lo perdió, que tome nota y que no se pierda la próxima.
Valeria Saccone

Gracias a todos los alumnos, profesores y todas las personas que vinieron. La próxima, más y mejor.

22/2/11

“No soy ni un profesor, ni un showman”. Así fue el taller con Gueorgui Pinkhassov

Gueorgui Pinkhassov se presentó así. No tardamos en descubrir que
es como un niño pequeño, incapaz de estar parado, extremadamente curioso y
poseedor de una gran humildad y generosidad.

Su taller, fue una mezcla de reflexiones acerca de la fotografía, la
vida, la armonía y el arte.
Comenzó contando como empezó en la fotografía, con bonitas anécdotas.
Como el episodio de su infancia en el que el director del colegio
entró en su aula preguntando si alguien sabía hacer fotos para que se
fuera a una excursión y la fotografiara. Un compañero
levantó la mano y el director le dijo “sabes hacer fotos, ve con
ellos. Eres libre de irte”. Esto se le quedo grabado a Gueorgui en la
cabeza. Al igual que el paso del blanco y negro a color, que se
produjo por que había olvidado cambiar el carrete después de hacer
unas fotos de boda a color. Casualidades de la
vida que le hacen cambiar de rumbo.

De esta forma, para Pinkhassov la fotografía fue una manera de
liberarse y de poder saciar su curiosidad. Un fotógrafo ha de ser
inquieto, ser curioso, disperso y estar abierto a todo.

“Un fotógrafo tiene que ser un mal alumno, a veces es bueno estar
concentrado para trabajar, pero yo prefiero los que se saben desconcentrar”.

Nos contó también como es de importante tener motivación y energía
para trabajar, es cuando se hacen las mejores fotos, no estando
cansado. Nos contó las cosas que a el le motivaban para hacer sus fotografías: el sol, el amor, los retos
creativos y la armonía.

Cuando estuvo en Tokyo trabajando explicaba como sus compañeros
estaban todo el día fuera haciendo fotos. Él en cambio iba al
gimnasio, se duchaba y salía unas pocas horas a fotografiar, pero
estaba centrado y sabía a donde quería ir para conseguir sus
fotografías. Finalmente, tras varios giros curiosos, esas fotografías
formaron su trabajo Sightwalk.

Pinkhassov siempre apuesta por la casualidad, la intuición y los instintos.
Así como por  desarrollar un sentido visual. Sentir la armonía del
mundo y no pensarla. Hacer fotografías de forma prácticamente
irracional fiarse y dejarse llevar por la casualidad. A la hora de
editar es cuando entrará en juego tu parte racional y
cultural.



“Cualquier foto tendrá éxito cuando esta sea una sorpresa”

Gueorgui nos describió la fotografía como una mezcla de programa + material. El
programa es eso que llevamos nosotros dentro, nuestro software que
tenemos que alimentar. El material son los ladrillos con los que
podemos construir, el mundo en el que nos movemos.

Para él, sus fotografías carecen de fórmulas ya que cuando sabes muy
bien lo que quieres, has caído en una trampa y tienes que empezar de
nuevo. Lo que buscamos suele ser difícil de encontrar, pero es más
difícil saber ser abiertos y saber reaccionar a las sorpresas. No
esperar nada, pero estar siempre preparado.

Durante los cuatro días de taller, también nos habló de Pushkin,
Tarkovski, Kalatozov, Picasso, Brueghel.

En el visionado de portfolios se mostró muy generoso y alentador, pero
sin perder ni una pizca de exigencia.

El último día derivó en una visita al museo Reina Sofía, y terminó
el taller con una clase magistral sentados al sol.

Durante todo el tiempo, estuvimos
viendo a Gueorgui tomar fotografías que humildemente nos enseñaba
para saber cuales nos gustaban. Para él es importante enseñar
las fotografías a muchas personas, con un poco de criterio, para poder
valorar tu trabajo ya que rara vez eres capaz de valorarlo bien en el
momento.

Es sorprendente verle trabajar, lo intenso que puede llegar a ser
tomando fotografías y la cantidad de fotos que toma para llegar a la
foto que busca. Decía que de cada cien fotos, seleccionaba
diez, y de esas diez, publicadas quedan una o ninguna.

Nos contó su manera de trabajar. Ir a un sitio que te interese, por la
luz o por el motivo que sea, y tomar fotografías. Nunca volver a los
sitios en los que has tenido éxito. También muchas veces hace fotos de
cosas que no le interesan, pero por el echo de hacer fotos, de ponerse
a observar surgen cosas en lo que en principio no es
interesante que pueden hacer que eso sea una maravillosa fotografía.

“Conseguí la libertad al hacer fotos cuando perdí el miedo a hacer una
mala foto, fíate de tu intuición”

Nacho Navas.








15/2/11

Este sábado 5º Aniversario de BlankPaper Escuela con visionados de portfolio gratuitos.


Sí señores y señoras. Este próximo sábado es el 5º Aniversario de BlankPaper Escuela. Y lo vamos a celebrar por todo lo alto en Madrid. Haremos una jornada de puertas abiertas llena de actividades. 

Incluyendo un visionado gratuito de portfolio con David Jiménez, Fosi Vegue, Ricardo Cases, Antonio M. Xoubanova, Oscar Monzón, Arturo Rodríguez... Desde ya mismo os podéis apuntar al visionado escribiendo a laescuela@blankpaper.es 

Será por orden de inscripción. Máximo de 20 fotografías. En papel (no nos importa si las imprimes en la impresora de tu casa o en el workcenter de tu barrio. Lo importante es poder jugar con ellas)

Y además presentaciones de libros, maquetas, proyecciones... y mucho más. Tenéis la programación en la imagen de arriba.

¡Que venga todo el mundo! ¡Decídselo a todos! ¡Todos estáis invitados a la gran fiesta!

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